
Hay una hipótesis dentro del mundillo de los físicos, compartida por algunos filósofos y matemáticos, que dice que el universo (que no es infinito) está compuesto por millones y millones de partículas. En cada instante el universo está ordenado de acuerdo a una única y determinada combinación de partículas, combinación que, obviamente, se modifica al instante siguiente. Me crece el pelo y así hay más partículas en mi cabeza, que otrora estaban en otro lugar (porque sabemos, creo, que no se puede crear materia, y acá me hago el culto poniendo E=mc2, famosa ecuación popularizada por Einstein).
Ahora bien, siendo la cantidad de partículas inmensamente grande, pero finita, la cantidad de combinaciones que puede hacerse de dichas partículas también es finita, por lo que en algún “momento” deberían repetirse las combinaciones de partículas.
Algunos interpretan esto como una repetición del tiempo, una vuelta atrás donde reviviríamos todo lo acontecido en el universo.
Al margen de que no estoy de acuerdo con esta última afirmación (porque si bien pude llegar a ser cierto que se repitan las combinaciones de partículas, no hay evidencia que indique que dichas repeticiones se darían en el mismo orden en que originalmente se dieron), es agradable jugar y pensar suponiendo la veracidad de dicho pensamiento.
Si volviera a vivir mi vida, ¿sería lindo? En mi caso sí, sin duda, pero estoy seguro de que no en todos los casos.
Yo volvería a ver a muchos amigos que seguramente no voy a ver de otra forma (Mr. Verloc, por ejemplo, es uno de ellos; mi única esperanza para compartir una cerveza y un pool con él creo que es confiar en los pronósticos de éstos físicos alterados).
Invito a los innumerables lectores (digo innumerables porque no llegan ni al 1) a proponer diferentes consecuencias de esta hipótesis.
Ahora bien, siendo la cantidad de partículas inmensamente grande, pero finita, la cantidad de combinaciones que puede hacerse de dichas partículas también es finita, por lo que en algún “momento” deberían repetirse las combinaciones de partículas.
Algunos interpretan esto como una repetición del tiempo, una vuelta atrás donde reviviríamos todo lo acontecido en el universo.
Al margen de que no estoy de acuerdo con esta última afirmación (porque si bien pude llegar a ser cierto que se repitan las combinaciones de partículas, no hay evidencia que indique que dichas repeticiones se darían en el mismo orden en que originalmente se dieron), es agradable jugar y pensar suponiendo la veracidad de dicho pensamiento.
Si volviera a vivir mi vida, ¿sería lindo? En mi caso sí, sin duda, pero estoy seguro de que no en todos los casos.
Yo volvería a ver a muchos amigos que seguramente no voy a ver de otra forma (Mr. Verloc, por ejemplo, es uno de ellos; mi única esperanza para compartir una cerveza y un pool con él creo que es confiar en los pronósticos de éstos físicos alterados).
Invito a los innumerables lectores (digo innumerables porque no llegan ni al 1) a proponer diferentes consecuencias de esta hipótesis.